--La primera evidencia que sería usada por cualquier fiscal es la llamada telefónica que supuestamente se realizó a Suecia desde uno de los celulares del automóvil siniestrado acerca de la existencia de acoso, hostigamiento, persecución e intento de descarrilamiento por parte de un auto contra el auto en que viajaban Ángel Carromero Barrios ciudadano español quien iba de chofer, el ciudadano sueco Jens Aron Modig (Presidente de la Liga Juvenil Demócrata Cristiana Sueca), y los difuntos ciudadanos cubanos, Oswaldo Paya y Harold Cepero. http://www.canaldenoticia.com/viuda-de-oswaldo-pay%C3%A1-revela-detalles-de-la-tragedia
Para fundamentar que esta evidencia no es una elucubración sacada de las nubes existe un video de un auto usando similar técnica represiva contra la también difunta heroína de la República de Cuba y líder de las Damas de Blanco señora Laura Pollan. http://youtu.be/k8JU941mXUI
En espera de las pruebas para confirmar el hostigamiento al carro en que viajaba Paya y Cepero, el fiscal podría afirmar que no tiene la menor duda de que la seguridad cubana como mínimo mantuvo un equipo de seguimiento y vigilancia. Es imposible para un opositor de la talla de Paya escapar este control.
--De existir este tipo de hostigamiento en la carretera, continuaría el fiscal, el exceso de velocidad admitido por el señor Carromero no sería la causa del presunto accidente sino la conducta criminal y negligente de los agentes de la seguridad del Estado siguiendo otra máxima de derecho ACCESORIUM NON DUCIT SED SEQUITUR SUUM PRINCIPATE (Lo accesorio sigue a lo principal).
--La rapidez con la cual el chofer y presunto infractor se declaro culpable se pondría en duda ya que son pocos los casos en el cual un inculpado de un doble homicidio involuntario confiese negligencia plena de forma casi automática y mucho menos un hombre que se supone conocer de sus derechos a nombrar abogado, de solicitar asesoría de su embajada y saber que la prueba de culpabilidad recae siempre en la fiscalía no en el acusado.
-- Otra solida evidencia que mostraría el fiscal es la existencia de un “accidente” previo que fue denunciado por el propio Paya como un intento contra su vida y la de su familia. Existen pruebas graficas y testimoniales de este hecho. http://www.oswaldopaya.org/es/2012/07/28/%c2%bfpor-que-pedimos-una-investigacion-transparente-en-muerte-de-paya-odca-organizacion-democrata-cristiana-de-america/
Como pruebas adicionales, el fiscal presentaría las siguientes circunstancias que rodea el caso.
1. El Factor tiempo-noticia.
El accidente de Paya ocurre en la vecindad de un reciente evento noticioso extremo dentro de los Estados Unidos. Solamente un par de días antes del accidente, el viernes 20 de Julio, un desalmado cometió uno de los peores asaltos con armas de fuego sobre inocentes civiles en los Estados Unidos, donde setenta personas fueron baleadas indiscriminadamente resultando en la muerte de 12 incluyendo una nena de 6 años. Escasamente 48 horas más tarde, el 22 de Julio, Oswaldo Paya y Harold Cepero Escalante son declarados muertos en un accidente en Bayamo provincia de Oriente. Una noticia fresca de primera plana en los medios de comunicación americanos. la otra para ser relegada a páginas siguientes
2. El Factor transición-quasi-legitima
Los comunistas cubanos se han negado a aceptar cualquier propuesta de dialogo presentado por el movimiento opositor y han planteado repetidamente que nunca en Cuba existirá una transición, pero no le quepa la menor duda a nadie que el único y más importante objetivo del politburó y los viejos generales es mantener el poder a toda costa y asegurar sus fortunas personales y las de su familia. http://spanish.news.cn/iberoamerica/2012-01/30/c_131381554.htm
3- El factor omnisciencia- del Estado Cubano
Si las declaraciones del ciudadano español Ángel Carromero Barios son ciertas, entonces es culpable de un delito tipificado en la Ley # 62 Código Penal Cubano y por tanto debe ser procesado y reparar el daño criminal a la sociedad cubana y el civil a las familias de Paya y Cepero. Violar las leyes de tráfico mientras trasladaba una carga tan preciosa como eran Osvaldo Paya y Harold Cepero no solo es una negligencia, es sencillamente estúpido.
Las declaraciones pudieran ser falsas, y por lo tanto él no puede ser juzgado y condenado solo por su confesión hecha bajo peligro y agotamiento. Tal vez pudiera estar encubriendo a un tercero, incluso al Estado Cubano. Es necesaria una prueba pericial independiente al auto en que viajaban lo antes posible, así como las autopsias de los difuntos. Los militares del gobierno son dueños de grandes sectores del turismo en Cuba incluyendo el servicio que renta los carros a turistas. El carro pudo haberse preparado para el accidente dado el poder y el control absoluto que mantiene el Estado sobre toda la sociedad cubana. Debido al ausentismo y debilidad del poder judicial y el total control sobre los medios de comunicación, Oswaldo Paya, Harold Cepero, y todo disidente en Cuba es carne en espera de ser arrojada a los leones.
A eso añadimos los blogueros, periodistas, y espías a sueldo del departamento de Seguridad del Estado Cubano que en los medios y la redes sociales que están tratando de acallar la voz de la heroica sobreviviente familia de Paya, así como los“revolucionarios” y pro-castristas que de seguro van a tratar de etiquetarnos bajo la sombrilla de agentes del imperio, gusanos y terroristas. A estos cabe recordarles que el gobierno cubano no necesita de su ayuda para cometer un crimen y quedar impune y si tienen la oportunidad de algún día poder llegar al paraíso solo tienen que preguntarles a los niños del remolcador 13 de Marzo.
4- El Factor amenaza solapada
En meses recientes los reporteros Lázaro Oramas y José Manzaneda miembros de una Mesa de Radio y una red de Internet llamada CUBAINFORMACION desde España, han dedicado varios programas a retar a la disidencia a presentarse a las asambleas locales del Poder Popular con vistas a lo que ellos llaman “Elección Nacional” de Octubre del presente año. Estos señores también han citado artículos periodísticos escritos por el periodista Edmundo García, residente de Miami.
Ricardo Alarcón de Quesada (Presidente de la Asamblea Nacional Cubana) fiel aliado de los Castros declaró en semanas anteriores al periodista Edmundo García que “Oswaldo Paya debía buscarse a alguien que lo propusiera a la Asamblea Nacional ya que ese era el secreto para canalizar sus inquietudes políticas.”
La tesis de estos corresponsales del gobierno cubano es que la disidencia tendría miedo al ridículo, pues quedaría demostrado que no arrastran pueblo y no cuentan con apoyo popular. Los voceros de tales ideas también expresan que los disidentes debieran presentarse a las asambleas locales para ejercer este derecho a ser elegidos sin miedos que nada les va a pasar.
Sin embargo, esta última idea no es patrimonio del señor Alarcón de Quesada, ni de Edmundo García, ni de los reporteros de Cubainformation. El dueño de esa idea de presentarse a las elecciones de las asambleas locales se llama Oswaldo Paya Sardiñas, el más ardiente opositor profundamente convencido en poder democratizar a Cuba encontrando grietas en el marco legal establecido por la Constitución comunista cubana de 1976. Visión que el propio Ingeniero Paya tuvo y que inclusive yo, que soy abogado graduado en ese sistema, nunca la tuve.
Mi posición ante esa idea fue y es aún dual. Como estrategia consideré inoperante aceptar ese marco para lograr una victoria por la vía pacífica. La solución sería alcanzar la condición de fuerza beligerante a tenor del cual, en mi opinión, era imperante primero lograr una conciliación de la sociedad civil, partidos políticos y movimientos independientes para lograr una plataforma mínima común que eliminara la fragmentación y focalizara el mensaje al pueblo. Cumplida esta mega meta se pudiera movilizar al Elefante y provocar un enfrentamiento cívico-no violento que nos lleve a la mesa de diálogo con la fuerza de la unión.
Como táctica, sin embargo, la consideré adecuada. De hecho la use en mis numerosas defensas de prisioneros políticos en los estrados de la nación. Además, el uso de la ley vigente es recomendable para demostrar como el sistema es tan arbitrario absolutista que incluso no respetan ni sus propias leyes.
El mayor obstáculo para la tesis de Oswaldo no la ofrecía la incomprensión del exilio con las presuntas acusaciones de“dialoguero”, ni de los maniqueistas de la izquierda que lo acusaron de agente del imperio. El único obstáculo lo ofrecía el gobierno cubano. Rechazaron y rechazan todavía toda propuesta ajena a las decisiones del politburó comunista y de la gerontocracia Castrista. El problema nunca fue la disidencia a la que etiquetaron de “mercenaria”; el problema es la falta total de voluntad política por parte del gobierno cubano en aceptar a cualquier disidente, partido político, o movimiento social como una opción alternativa legitima a los que ellos conquistaron a tiros en la Sierra Maestra y bombas en las calles de la Habana y Santiago de Cuba y validaron a base de fusilamientos y negación de los más elementales derechos humanos.
El triunfo del Proyecto Varela fue gracias a la perseverancia de Paya y al anegado y crucial trabajo de cientos de activistas, opositores y miembros líderes del Movimiento Cristiano. El Proyecto Varela fue un “cambio de cartas” que transformo el juego político. Los Castros se desconcertaron en tal manera que en un ataque de pánico, obligaron a la Asamblea Nacional a modificar la Constitución en una forma ilegal para reafirmar el carácter eterno del comunismo en Cuba y después trataron de liquidar al movimiento totalmente con exorbitantes sanciones de cárceles a sus miembros que resulto en la infame Primavera Negra y los 75 presos políticos.
El Proyecto Varela no solo logró la recogida de más de 10.000 firmas; logró además la internacionalización de Paya Sardiñas y la difusión de un mensaje disidente concreto al pueblo en una escala nunca antes alcanzada.
Si la Inteligencia cubana y los Castro quieren demostrar que la disidencia no tiene arrastre en las urnas, o que tienen miedo a postularse en las elecciones locales, Oswaldo Paya no era su hombre. Si lo que están tratando es de dividir aun más la oposición y presentar e incluso “elegir” a un falso disidente para falsear una transición y lograr que le levanten el embargo y mantener el capital económico y político, Osvaldo no era su hombre tampoco. La solución es evidente: El asesinato político